El fuerte crecimiento económico en los países emergentes, independientemente que ayer el gobierno chino rebajar su estimación de crecimiento para el 2012 a tan “solo un 7,5%”, no solo tiene la derivada de una presión alcista en los precios de la energía, que es básicamente en lo que se centra el mercado, sino que otras materias primas, entre las que se encuentran las agroalimentarias, seguirán siendo las protagonistas en los próximos años. El importante desequilibrio existente entre una demanda creciente y una oferta limitada por la decreciente disponibilidad de las tierras cultivables, seguirá presionando los precios de las materias primas agroalimentarias al alza.
La FAO proyecta un crecimiento de la población mundial hasta los 9.000 millones de personas en 2050. Casi todo este crecimiento será en los países en desarrollo. Esta creciente población requerirá un incremento del 70% en la producción global de alimentos.