Los índices, estadísticas y demás indicadores económicos oficiales nos aseguran que no hay deflación que valga. Pasemos de los números oficiales y acerquémonos a la realidad. Hablen con empresarios y trabajadores de múltiples sectores económicos españoles y pregúntenles por sus verdaderos márgenes de beneficios y por sus verdaderos salarios, pregunten a los empresarios que ha pasado con las ventas no oficiales y con los márgenes no oficiales, pregunten a miles de trabajadores que ha pasado con el “sobre” no oficial que cada mes recibían.
¿No les parece que si sumamos a la economía oficial la economía sumergida los datos serían completamente distintos?
Por cierto, un amigo empresario del sector del mueble me insiste en que comente las dificultades que empresarios productores españoles tienen para facturar de forma oficial, sobre todo en determinados territorios de este país. En fin, otro de los grandes problemas que la economía española tiene que afrontar con decisión.
Millones de familias y miles de empresas en España estamos pagando duramente nuestros errores de excesivo apalancamiento y es natural que después de una expansión crediticia salvaje tengamos un periodo de ajuste deflacionario en nuestros ingresos y en el precio de nuestros activos.
Sin embargo, también tienen que asumir su responsabilidad las Administraciones Públicas, las Entidades financieras nacionales y los inversores extranjeros ya que si esto no es así tendremos que ser otra vez familias y empresas los que tengamos que pagar la cuenta, cuenta que no podremos pagar ni en décadas y que anulará cualquier posibilidad de recuperación que en cualquier caso no será nada fácil. Es como si nos queremos levantar y nos pisan el cuello. No podemos permitir que la irresponsabilidad de otros encadene el futuro de las próximas generaciones.
La sana deflación de precios, salarios y beneficios en España está en marcha pero si continuamos cargando todo el ajuste sobre familias y empresas estaremos encadenados de forma crónica a la depresión deflacionaria, que no es lo mismo.
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